Ayer recibí un correo de un chico que me decía que practicaba Futbol y que quería ganar velocidad en sus piernas. Para ello había recurrido a la electroestimulación y había comenzado a entrenar con el programa “Fuerza” La intensidad alcanzada fue muy baja, no llegó casi a 70 y encima le habían quedado unas agujetas tremendas. Justo el día que me escribió, era el séptimo desde que entrenó “Fuerza” con su electroestimulador y todavía tenía sensaciones de malestar en las piernas.
Me preguntaba en su correo una y otra vez que si la electroestimulación es tan buena, ¿Por qué no había funcionado con él?
Para que todos nos hagamos una idea, pondré varios ejemplos para que podamos apreciar por qué la electroestimulación no funciona.
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¿Has visto alguna vez al ciclista comenzar la temporada en Noviembre, haciendo series de sprint en subida?
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¿Has visto alguna vez al futbolista comenzar la temporada en Agosto con entrenamientos explosivos e intensos?
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¿Has visto alguna vez al corredor de running comenzar la temporada haciendo series de 100 metros?
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¿Has visto alguna vez a alguien que comienza a entrenar en el gimnasio, que el primer día y sin calentar levante 90 kg en pecho?
¿Verdad que no? Y si ves a alguno haciendo este tipo de entrenamiento a principio de temporada, ten por seguro que no llegará bien de forma la mitad de la competición y será presa fácil de las lesiones o el sobre-entrenamiento.
Pues lo mismo pasa con el entrenamiento con electroestimulación. No podemos comenzar la casa por el tejado, ¿o es que acaso los músculos que entrena el electroestimulador no son los mismos que entrenas de manera voluntaria?
El entrenamiento voluntario tiene una secuencia de trabajo que lo que hará será adaptar el músculo al esfuerzo y poco a poco hacerlo crecer para que sea más resistente y más fuerte y potente. Con unos músculos bien entrenados nos cansaremos menos y rendiremos más.
Lo mismo ocurre con la electroestimulación. Tenemos que ir alternando distintos programas y distintas secuencias de trabajos en función del momento de la temporada que nos encontremos, e ir variando los programas de nuestro electroestimulador según nuestra evolución para que de esta manera nuestros músculos se adapten al esfuerzo y sean más resistentes, fuertes y potentes. Así y solamente así, haciendo bien las cosas, conseguiremos el objetivo deseado y excelentes resultados con la ayuda de la eletroestimulación.
Pero cuidado, que elegir un programa equivocado de electroestimulación en según qué momento de la temporada será igual que hacer series en subida en invierno, o sprint de 100 metros a principio de temporada, o intentar levantar 90 kg en pecho el primer día de gimnasio.
Así que la próxima vez que escuches la pregunta ¿Por qué no funciona la electroestimulación? o la afirmación rotunda que en muchos foros se puede leer “la electroestimulación no funciona” sabrás cuál es la respuesta:
“porque no se utiliza bien”.
Sé Feliz
Pedro García
5 comentarios en «¿Por qué no funciona la electroestimulación?»
Que me lo digan a mi si funciona o no .Estoy soñando con el Marie Blanque el 23 de Junio
Pedro ,gracias por estar ahí.
Que tal Pedro.
Es cierto eso que dices. Cada persona percibimos la corriente de un modo diferente. Sin embargo, lo que comento arriba acerca del “dolor eléctrico” es algo común en el trabajo con EEM. Evidentemente unos lo perciben mas que otros, pero todo el mundo nota esa incómoda sensación en los grupos musculares mas pequeños. Recurrente ha sido siempre, en los 7 años que tengo ya el Compex Mi Sport 500 la pregunta de porqué “pincha” cuando les enseño el electroestimulador a amigos y familiares, poniéndolo en iniciación muscular a muy baja intensidad.
Eso es lo que me gustaría que mejorara algo en los nuevos dispositivos. Y quien sabe, ya nos contarás si el nuevo Wireless es mas confortable cuando tengas posibilidad de probarlo. Supongo que el hecho de incorporar la tecnología MI en los 4 canales ayudará en ese aspecto.
Una cosa que dices que me ha dejado un poco descolocado es que a intensidad máxima (999) ya no se avanza. Una de las máximas del entreno con EEM es la de trabajar a la máxima intensidad soportable y pensaba que a esos niveles el número de fibras reclutadas era el máximo. Entonces que deberíamos hacer cuando alcanzamos el tope con relativa facilidad en ciertos grupos musculares, ¿subir nivel directamente, cambiar de programa o aumentar el tiempo de aplicación en ese músculo?
Muchas gracias y un saludo.
Bueno, a la pergunta de por qué pincha cada vez que le enseñas el electro a tus amigos, es posible que tenga la misma respuesta de por qué las personas sedentarias cuando echan una carrera se axfisian, o por qué las personas que no están acostumbradas a levantar pesas no pueden con un ejercicio ridículo y un peso mínimo. La falta de constubre y preparación. No es otra cosa. El cuerpo se adapta a todo.
Todavía no tengo el compex wireles, por lo que no te puedo hablar de su uso.
Y con respecto que al entrenamiento a 999 es más perjudicial que beneficioso, pienso que hay que encontrar el equilibrio entre entrenamiento y recuperación, y cuando entrenamos a esas intensidades no solo el organismo tiene que dedicar muchos más recursos de los que debiera a recuperar el músculo, sino que también bajan las defensas (que están trabajando en la recuperación muscular a tope) Y con las defensas bajas… pueden venir muchos problemas.
Lo imporante es encontar el equilibrio. Eso se consigue con el tiempo y conociendo nuestro cuerpo. Sabiendo en qué intensidad de entrenamiento, junto con el trabajo voluntario, conseguirmos alcanzar el máximo rendimiento. Un entrenamiento a 999 te deja KO, sin posibilidad de realizar bien el entrenamiento voluntario. Siempre hay que tener presente que la electroestimulación es un complemento.
Si tu equilibrio es 999, perfecto. Lo estás haciendo bien, pero recuerda que la vida son ciclos y a todo se acostumbra el cuerpo. Varía de vez en cuando las intensidades y programas. Así no se acostubrará tu cuerpo y seguirás avanzando
Saludos
Es evidente que uno de los principales errores a la hora de entrenar con EEM es la falta de constancia.
Quizá mucha gente espere resultados milagrosos en dos semanas o al menos algún tipo de mejora estética o de rendimiento por pequeña que sea a la que agarrarse.
Tampoco ayuda demasiado la falsa propaganda de teletienda, que presenta cuerpos esculpidos a base de años de gimnasio (o electroestimulador, quien sabe), sonrientes, disfrutando mientras tonifican y fortalecen sus músculos…..nada mas lejos de la realidad.
Una sesión de entrenamiento (aquí incluyo aumento de fuerza, resistencia, hipertrofia, etc) es algo muy “heavy” pero tremendamente efectivo. Que tiene poco de agradable, como tampoco lo tiene una sesión de pesas con varias series y repeticiones que busca exprimir al máximo el músculo sobre el que se trabaja.
Y aquí pongo un debe en la lista de cosas a mejorar por parte de Compex y cualquier otro fabricante de electroestimuladores de calidad. Deben mejorar la confortabilidad en el entrenamiento. ¿Cómo? eliminando al máximo el dolor eléctrico que se produce en las contracciones de los programas de entrenamiento.
En mi caso, lo que siempre me ha tirado mas para atrás a la hora de utilizar mi Compex 500 es la “memoria dolorosa”, el recuerdo del sufrimiento que provoca la corriente en ciertos grupos musculares a ciertas intensidades. No, no me refiero a la contracción muscular propiamente dicha, sino a la suma de esta con el desagradabilísimo pinchazo, picoteo, que provoca la corriente durante la contracción.
Algunos diréis que es algo colateral a esta técnica de entrenamiento. Sin embargo este fenómeno no se da en ciertos grupos musculares como cuadriceps o gemelos. En ellos (siempre hablo de mis sensaciones), el límite a la intensidad a la que puedo trabajar la marca la propia contracción muscular. El gemelo dice basta cuando llego a por ej. 400 microculombios pero no me veo limitado por ningún intenso pinchazo provocado por la corriente.
En cambio en músculos como triceps o deltoides, tengo que hacer verdaderos esfuerzos a partir de intensidades relativamente bajas para seguir aumentando la intensidad, debido al intenso dolor eléctrico que se percibe (aún así llego a 999 pero las sensaciones durante toda la sesión son muy desagradables).
No es cuestión del estado de los electrodos ni nada parecido.
Cada grupo muscular acepta de un modo diferente el paso de la corriente, pero creo que este es un aspecto que deberían trabajar mas las empresas que comercializan estos aparatos. Un electroestimulador de 1000 € debería ofrecer una calidad de impulso óptima para los diferentes músculos, sin rastro de dolor eléctrico.
El día que se consiga eso, creo que la gran mayoría de personas que abandonan el trabajo con electroestimulación o directemente no creen en ella, cambiarán de opinión.
Hola Rivo
Creo que también tiene que ver con la percepción que tiene cada individuo a la hora de recibir la electricidad.
Es muy importante encontrar una intensidad en la que se esté cómodo y se vaya avanzando. Ni por encima ni por debajo.
Por ejemplo yo en piernas he llegado a poner el electroestimulador a 999 (no recomendable para nada porque a esa intensidad no se avanza) y en biceps y triceps tan solo he llegado a 800. La sensación de dolor en músculos pequeños siempre ha sido mayor que en los músculos grandes, mientras que las agujetas y dolores siempre han sido al reves. Mucho mayores en los músculos grades.
Un punto muy importante cuando hablamos de entrenamientos de electroestimulación es como tú bien dices, la constancia.
Gracias por compartir tu opinión con nosotros.