Hace poco tiempo un chaval llamado Jorge se puso en contacto conmigo porque quería comprar un electroestimulador compex. En las notas me decía que tenía un reto personal; quería cruzar el Estrecho de Gibraltar nadando. Era un reto importante no por la acción en sí, que ya tiene mérito, sino porque arrastraba una lesión que le había hecho perder la confianza en él mismo.
Te dejo con la aventura de Jorge. Es un poco larga pero he preferido dejarla así, sin tocar ni un punto ni una coma. Vale la pena leer esta historia y comprobar cómo un hombre que tiene Fe en sí mismo y hace las cosas bien, es capaz de conseguir cualquier reto que se proponga, a pesar de muchas cosas, incluso de las lesiones y los dolores.