Cuándo hacer fuerza en cada contracción al usar un electroestimulador

Una vez que llevas un tiempo haciendo electroestimulación, te planteas cada día nuevos retos pero a la vez, aparecen nuevas dudas.

Ahora que ya conoces cómo es la contracción muscular de cada programa, tienes curiosidad por saber cómo aprovechar al máximo cada “calambrazo” de tu electroestimulador.

Llegados a este nivel, aparece la siguiente pregunta.

Hacer fuerza o no hacer fuerza en cada contracción

Esta duda que te planteo es muy frecuente cuando ya llevas un tiempo utilizando un electroestimulador muscular para entrenar.

La pasada semana recibí este mensaje:

"Hola Pedro. Tengo una duda. 
Cuando llega la fase de contracción muscular en un programa de entrenamiento… ¿Debo de hacer fuerza activa con el músculo que estoy trabajando? o por el contrario tengo que quedarlo relajado y dejar que la electroestimulación realice su función."

Lo mejor, sobre todo para principiantes, es que durante la fase de contracción hagas fuerza activamente en el músculo, no dejarlo totalmente relajado.

Esa contracción activa también se debe de hacer en el músculo antagonista.

De esta manera, por un lado maximizas los beneficios y por otro, como verás más adelante, aumenta la confortabilidad.

Te dejo un video en el que muestro una sesión de entrenamiento de electroestimulación con la pierna sin hacer fuerza.

El Antagonista también tiene que hacer fuerza

Cuando el electroestimulador inicia la contracción en el músculo donde tienes pegados los electrodos, el músculo antagonista, que es opuesto al que se está estimulando, debe realizar un esfuerzo de manera voluntaria para contrarrestar la contracción generada por el electroestimulador.

Vamos con un ejemplo para hacerlo más sencillo.

Si estás usando el electroestimulador para trabajar los bíceps, es necesario activar de manera voluntaria el tríceps (músculo antagonista) aplicando fuerza, con el fin de prevenir contracciones involuntarias del brazo causadas por la estimulación.

Esta contracción voluntaria del tríceps evita que el brazo se cierre por la contracción del bíceps, previniendo posibles molestias.

Al aplicar fuerza con el tríceps, no solo realizas un entrenamiento más cómodo y efectivo para el bíceps, sino que también estás fortaleciendo el tríceps simultáneamente pero en este caso, de manera voluntaria.

Esta técnica busca controlar y equilibrar el movimiento de la extremidad durante el entrenamiento.

Este principio se aplica de manera similar al entrenar el cuádriceps, donde, si no atas los pies a las pata de la silla, debes hacer fuerza con los isquiotibiales para evitar que los pies se desplacen hacia adelante durante la contracción del electroestimulador.

Otra opción es sentarse frente a una pared, de modo que cuando el cuádriceps se contraiga, los pies se detengan en la pared, previniendo así la contracción concéntrica del cuádriceps.

Beneficios de hacer fuerza al llegar la contracción

Como te he indicado en párrafos anteriores, es recomendable hacer fuerza cuando llega la contracción principalmente por tres motivos.

• El primero es que facilita que la electroestimulación sea más cómoda, reduciendo la sensación de dolor.
• Eso conduce al segundo motivo, que puede subir mejor la intensidad y ya sabes que a mayor intensidad, mejores resultados.
• Y tercero, hace que el músculo antagonista lo entrenes a la vez, pero en este caso, de manera voluntaria.

Esta técnica es muy efectiva con intensidad baja y media.

Cuando la contracción es intensa, también puede ser útil aplicar fuerza de manera voluntaria para complementar la acción del electroestimulador.

Sin embargo, llega un punto en el que resulta prácticamente imposible igualar la potencia de tu electroestimulador con la fuerza de contracción voluntaria.

Si continúas haciendo bien las cosas, el día que llegues a esa intensidad, lo reconocerás.

Sé Feliz

Pedro García