Muchas personas por el hecho de que la electroestimulación pueda realizarse sentado o tumbado, piensan que se puede hacer en cualquier condición y en cualquier momento.
Hace poco calló en mis manos un libro de entrenamiento japonés en el que decía que según estudios realizados, el trabajo con electroestimulación era más intenso que el trabajo voluntario en cuanto a consumo energético a nivel muscular. Esto quiere decir que los músculos necesitas más energía, más calorías, para recuperarse tras un entrenamiento con electroestimulador que tras un entrenamiento voluntario. Evidentemente entra en juego el factor “intensidad”. La prueba se realizó al máximo de intensidad soportable, tanto con ejercicio voluntario como con ejercicio con electroestimulador y los resultados fueron contundentes.
¿Qué conclusión sacamos de esto?
Pues que cuando entrenamos con nuestro electroestimulador, nuestros músculos también se cansan, incluso más que si entrenáramos voluntario, aunque la electroestimulación la realizamos sentado.
Por esto es importante elegir bien la hora y el momento del entrenamiento con electroestimulación. No podemos entrenar en cualquier momento y en las condiciones “que sea” Tenemos que estar predispuestos. Tenemos que estar MOTIVADOS Y CON GANAS.
Sucede que algunas veces estamos cansados, no nos apetece salir a correr, ir al gimnasio o ir a montar en bici porque estamos agotados. Entonces se nos enciende la bombilla y decidimos hacer un entrenamiento con electroestimulación.
Querido amig@, si estás cansad@ para hacer voluntario, estás cansad@ para entrenar la electroestimulación
Si tu cabeza no te pide entrenar pero te aplicas electroestimulación, conseguirás entrenar tus músculos, pero estarás dando un estrés extra a tu cuerpo y sobre todo a tu cabeza. El entrenamiento ha de ser algo que nos apetezca, que lo hagamos con ganas, que estemos motivados. Si por la causa que sea tu cabeza no te pide entrenar pero te obligas, una vez seguramente no pase nada, ni dos tampoco, pero te digo que seguir con esa rutina no es un buen hábito. Al final, la cabeza es más inteligente de lo que nos podemos imaginar y puedes incluso llegar a aborrecer la hora de entrenar.
Puedes caer en el sobre-entrenamiento psicológico.
Y si tu cuerpo está agotado y te pide descansar, te digo lo mismo.
No te obligues
Es mejor descansar y dejar la electroestimulación para el día siguiente o para otro día. Ten en cuenta que si entrenas sin ganas, no subirás toda la intensidad que debieras, por lo que no estarás aprovechando dicho entrenamiento al máximo.
A no ser que sea un entrenamiento muy específico y concreto, no entrenes si no tienes ganas. No te obligues. Descansa y deja la electroestimulación para otro día.
Ojo también con los entrenamientos de por la noche.
Asegúrate de que estás con ganas y con energías para entrenar. De lo contrario, estarás forzando la maquinaria más de lo deseado.
Estoy seguro que a estas alturas si has echado un vistazo al blog y eres un asiduo lector, sabrás la diferencia entre masaje y entrenamiento. No es igual un masaje de recuperación, oxigenación etc, que un entrenamiento de Resistencia, Fuerza…
No tienen nada que ver el uno con el otro.
El masaje puedes aplicarlo en cualquier momento. El entrenamiento no.
El masaje puedes aplicarlo cuando estás cansado. El entrenamiento… mejor para otro momento que tengas más energía.
Si todavía no tienes claro esos conceptos, te invito a que des una vuelta por el blog
Sé Feliz
Pedro García