Parches de plata; ¿Por qué son tan buenos?

Si todavía no probaste los parches de plata, te preguntarás por qué los recomiendo tanto y por qué repito continuamente que son tan buenos. Aquí tienes la explicación.

Adhesivo de gran calidad y entregan mejor la electricidad al músculo

Hay dos características fundamentales que tiene que cumplir un electrodo de electroestimulación; Adherencia y Conductividad.

La adherencia es sencilla de entender: el electrodo debe pegar bien y mantenerse en su sitio el mayor tiempo posible. Por muy buen electrodo que sea, si no se adhiere bien… tenemos un problema. Siempre puedes sujetarlo con cinta de carrocero o con cinchas, pero si se pega correctamente por sí solo, mucho mejor.

La conductividad es lo que marca la diferencia entre una sesión cómoda y una molesta. Un electrodo con buena conductividad permite que el impulso eléctrico se transmita de forma uniforme, sin esa sensación desagradable como si te estuvieran dando toques con un “cable pelado”.

Cuando el electrodo está deteriorado, lo notas enseguida: la contracción molesta, pica o incluso pincha. Y cuanto más subes la intensidad, peor se hace. No porque tu músculo no lo aguante, sino porque tu piel no tolera el dolor del mal contacto y la mala transmisión de la electricidad.

En los casos más extremos de mala conductividad, incluso un simple masaje con electroestimulación puede volverse muy incómodo.

No solo destacan por su adherencia prolongada, sino también por su excelente conductividad, que se mantiene incluso después de muchos usos

Si aún no tienes un electroestimulador, es posible que al ver el vídeo que acompaña este artículo no comprendas del todo lo que está ocurriendo. Pero si ya utilizas uno, sabrás perfectamente que lo que vas a ver no es nada fácil de conseguir.

En el vídeo se muestra cómo, utilizando electrodos de plata con más de 50 usos, es posible entrenar a la máxima intensidad que permite el electroestimulador (nivel 999) sin que la piel sufra, sin picor, sin quemazón ni molestias. Solo el músculo trabaja al límite, con total comodidad y sin sensación de dolor superficial.

Alcanzar el nivel 999 no es sencillo. Requiere que los electrodos estén en condiciones óptimas para conducir la electricidad de forma uniforme. Pero lo realmente difícil no es llegar a ese nivel máximo. Lo más difícil es mantener durante una sesión completa —en este caso, 32 minutos— una media de casi 800 unidades de energía, sin que la piel lo rechace. Y eso solo se consigue si los electrodos tienen una conductividad y una calidad excepcionales.

¿Conoces alguna marca de electrodos que después de 50 usos sea capaz de transmitir la electricidad con comodidad y sin despegarse?

Yo tampoco.

Estos electrodos duran hasta tres veces más que la mayoría de los que encuentras en el mercado. Y lo mejor de todo: no cuestan tres veces más.

Si realmente te tomas en serio tus entrenamientos con electroestimulación, no lo olvides: lo que transmite la electricidad, lo que hace que tus músculos trabajen de verdad, es la calidad del electrodo que estás utilizando.

Si esa calidad se ve limitada por un electrodo barato que empieza a picar o molestar a las 10 o 15 sesiones, no solo estás tirando el dinero. Estás perdiendo tiempo y limitando tus resultados.

Por eso, si buscas rendimiento, durabilidad y sesiones cómodas desde el primer hasta el último uso, los electrodos de plata son una inversión segura.

Puedes encontrarlos en la sección de accesorios de la tienda.

Sé Feliz

Pedro García